Allá Alto Garona es el escenario de un vibrante e intenso debate en torno al proyecto de establecer una troncos densificados En Cabo de Arbon. Desde hace varios meses, los residentes están alborotados, multiplicando pancartas y expresando una clara oposición a esta iniciativa industrial, que corre el riesgo de alterar su entorno de vida. La pregunta es: ¿hasta dónde llegará esta movilización comunitaria?
Preocupaciones por el establecimiento industrial
Instalación de fábrica Bricafeu, filial de la empresa de Toulouse Cimaj, genera temores entre los residentes locales. El proyecto prevé una construcción de 2.800 m², acompañada de dos chimeneas de 11 metros, destinadas a la producción apoyada en una caldera de biomasa. Para residentes como fabianista, el impacto en el medio ambiente es preocupante: “El Cabo de Arbon es un lugar de encontrar y de relajación. Montar una fábrica aquí sería un auténtico desastre. » Estas preocupaciones resuenan con fuerza en un pueblo donde la tranquilidad es preciosa.
Una consulta que despierta tensiones
El 5 de noviembre, un consulta pública fue anunciado a través de la aplicación Panel de bolsillo, pero muchos vecinos han expresado su descontento por el retraso en la información. Esta situación limitó la capacidad de los residentes para organizar una oposición sólida. Durante las reuniones del 15 y 21 de noviembre, los integrantes del colectivo Cagire sin fábrica compartieron sus crecientes preocupaciones, enfatizando la necesidad de defender su medio ambiente.
Las promesas de la empresa ante el escepticismo de los vecinos
Los responsables de Bricafeu intenta tranquilizarte. Alexis Saurine, director de la fábrica, sugiere que las chimeneas estén equipadas con filtros modernos, citando que una simple estufa de leña contamina más que estas instalaciones. Sin embargo, este argumento no es suficiente para disipar los temores sobre la contaminación acústica y visual, así como el impacto general sobre el paisaje montañoso.
Una lucha por el futuro de la región
El debate en juego va mucho más allá de la simple cuestión de una nueva fábrica. Los residentes cuestionan la compatibilidad entre el desarrollo económico y la preservación del medio ambiente rural. Un miembro del colectivo recuerda: “Defendemos nuestro entorno de vida y la tranquilidad de Pirineos, que no debe sacrificarse en aras de un desarrollo industrial inadecuado. » El resultado de este proyecto sigue siendo incierto, pero las voces movilizadas entre los residentes locales siguen siendo escuchadas, decididas a preservar su patrimonio natural.